El romanticismo hacia los libros en papel VS. la practicidad de los libros electrónicos
No es una guerra entre lo físico y lo electrónico, simplemente son dos formas de leer un mismo contenido. Hay lectores que prefieren leer en digital por su practicidad y hay lectores que prefieren leer en papel por motivos nostálgicos o simplemente por su facilidad de uso. Lo bueno es que ser de un determinado formato no te cierra las puertas para pasarte al otro.
Hay lectores que son fieles al libro en papel, lectores que se han pasado por completo al libro electrónico y lectores que son de libro en papel y de libro electrónico. Cada lector utiliza uno u otro formato (o ambos) según sus necesidades lectoras. Bien es cierto que cada formato de libro tiene una serie de ventajas y de desventajas según las percepciones de cada lector, así que no hay nada mejor que cada cual elija cómo y en qué formato quiere leer. ¡Larga vida a los libros! (ya sean en papel o electrónicos)
A continuación os contamos 7 hechos que manifiestan el romanticismo hacia los libros en papel y 7 hechos que avalan la practicidad de los libros electrónicos. Romanticismo frente a practicidad. Sin duda que un enfrentamiento en el que salen ganando los lectores.
7 hechos que manifiestan el romanticismo hacia los libros en papel
Los libros en papel son buenos y fieles compañeros de viaje (y de la vida). Llevan siglos acompañándonos y nunca, o pocas veces, nos han fallado. Su ‘tecnología’ no pasa de moda ni se queda obsoleta.
Los libros en papel facilitan el descubrimiento e invitan a curiosear. No son pocas las veces que se entra a una biblioteca o a una librería a por un libro y se sale con otro título, o con unos cuantos, tras una buena cantidad de tiempo recorriendo los estantes curioseando libros afines o nuevas temáticas a descubrir.
Los libros en papel facilitan el poder compartir. No existen restricciones, ni peros, en cuanto a dejar un libro a un familiar o amigo (salvo la necesidad de que sea devuelto en un tiempo prudencial). También facilitan el poder participar en iniciativas como el bookcrossing y hacer que esos libros que ya no se leen lleguen a otras personas.
Los libros en papel son un oasis entre tanta tecnología. La tecnología y la información constante inunda y se entromete en el día a día de las personas. El libro en papel resiste frente al libro electrónico como un paréntesis de desconexión tecnológica e informacional.
Los libros en papel ocupan las principales estancias de las casas. Los libros en papel son protagonistas en los hogares, y no solo por el hecho de la decoración, sino que también por la necesidad de sus dueños de mostrar al resto de personas cuales son sus gustos y logros lectores.
Los libros en papel seducen a los lectores. Los libros en papel tienen un olor que les hace únicos, su tacto (y el pasar páginas) encandila a los lectores, el momento de su compra / préstamo es un ritual de felicidad, su posesión hace que se extremen los cuidados para que no se deteriore… Sin lugar a dudas que son un bien muy preciado y querido.
Los libros en papel tienen vida propia. El paso de los años hace que surjan recuerdos y recordatorios en forma de marcapáginas, entradas de cine, calendarios, hojas secas, frases subrayadas, marcas, dedicatorias, ex libris personales…
7 hechos que avalan la practicidad de los libros electrónicos
Los libros electrónicos no ocupan espacio ni pesan. Se pueden guardar y llevar grandes cantidades de libros, o los que se consideren los más importantes y necesarios, sin ocupar un gran espacio y sin dar un peso extra a bolsos y mochilas.
Los libros electrónicos son fáciles de conseguir a en cualquier lugar y momento. A través de cualquier dispositivo conectado a Internet se puede conseguir (ya se en compra, descarga o en préstamo) cualquier libro que se necesite sin importar la hora y el lugar en el cual se esté.
Los libros electrónicos permiten la sincronización entre dispositivos. Las plataformas en la nube permiten a los lectores empezar a leer un libro en un smartphone, por ejemplo, y continuar leyéndolo desde el punto en el cual se había quedado en un lector de libros electrónicos, tablet, ordenador o desde el mismo móvil desde el cual se empezó a leer.
Los libros electrónicos facilitan el recuerdo y el trabajo. Permiten ser subrayados (y la exportación de las frases subrayadas) y marcados sin ser estropeados, permiten compartir frases y párrafos… En fin, facilitan la lectura, el recordatorio, el estudio y el trabajo.
Los libros electrónicos ayudan a los lectores. Los libros electrónicos permiten cambiar la tipología de la letra, su tamaño y su tono para facilitar la lectura a las personas que lo necesiten. Además, permiten ser leídos en distintos dispositivos, como por ejemplo smartphones.
Los libros electrónicos pueden llegar a recomendar próximas lecturas. Las plataformas de libros electrónicos pueden recomendar lecturas afines a través de lecturas anteriores. Sin duda que una gran ayuda y que evita más de un quebradero de cabeza cuando no se sabe que leer.
Los libros electrónicos no se deterioran con el paso del tiempo. Sin duda que es una gran ventaja, además de que no cogen polvo ni olores.
Imagen superior cortesía de Shuttestock