Sin duda que es todo un reto al alcance de muy pocas personas. Según el último barómetro del CIS (junio 2016), en España solamente hay un 13% de personas que leen 13 o más libros al año. No está mal la cifra, pero puede que muchos de ellos no lleguen a la majestuosa cifra de los 100… ¿o quizás sí?

Ahora bien, ¿cómo llegar a la cifra de los 100 libros leídos en un año?… La respuesta es bastante sencilla: no parar de leer, casi, en ningún momento. Leer mientras comes, en el transporte público, mientras esperas en la consulta del médico, en el trabajo, cuando no tienes nada que hacer, antes de dormir… La verdad es que parece imposible el reto, el cual puede acabar en obsesión o aborreciendo por completo la lectura, pero sin duda que es un reto apasionante a realizar. Ya sabéis que la lectura tiene múltiples beneficios sobre las personas, entre ellos la reducción del estrés, así que con mucha calma (pero sin pausa).

Darius Foroux ha creado una infografía con una serie de consejos para llegar a cumplir ese reto. Entre esos consejos está la compra de libros “al por mayor”, no parar de leer, leer solamente libros que te puedan interesar, leer varios libros a la vez y, lo más importante, leer para alimentar nuestro conocimiento personal y profesional. Consejos a los que se les podría sumar el ir a la biblioteca a por los libros, no leer libros demasiado largos o usar aplicaciones de lectura rápida.

Meses antes escribió un post sobre el cual ha basado la infografía. En él dice que si se lee una hora al día, de lunes a viernes y los fines de semana se sube un poco esa cifra hasta alcanzar las 10 horas semanales, es posible conseguir el reto. Dice que los lectores leen unas 50 páginas por hora y que si se cumplen las horas semanales de lectura al final del año se habrían leído un total de 260.000 páginas. Y si los libros tienen unas 250 páginas de media al final del año se habrían leído 104 libros, lo que da para descansar durante dos semanas para llegar (y quedarse) en los 100 libros.

Los 5 consejos para acabar leyendo 100 libros en un año

1. Comprar en grandes cantidades

Para leer tal cantidad de libros se tienen que tener muchísimos libros al alcance. La compra en grandes cantidades es la mejor opción para tener siempre algo que leer (y no estar todos los días en la librería). Tampoco habría que olvidar la posibilidad (bendita posibilidad) del préstamo en las bibliotecas. Tener hecho un inventario de los libros que se tienen ayudará a mantener el impulso por la lectura y a no poner excusas de no tener nada que leer.

2. Estar siempre leyendo

Hay que buscar tiempo hasta debajo de las piedras. Sin duda que una buena programación / planificación de tiempos de lectura en la vida personal y profesional es lo ideal. Leer mientras se va al trabajo o a cualquier otro lugar en el transporte público, mientras se está en la sala de espera del médico o de cualquier otro lugar, leer en el trabajo [temas que tengan que ver con el trabajo y que te ayuden a ti y a tu organización, no te pongas a leer el último libro de moda ;)], leer mientras se está en el desayuno, en la comida, en la merienda o en la cena, leer cuando no se tiene nada que hacer o se está aburrido sin saber ya qué más mirar en el móvil o en la televisión.

3. Leer solo libros relevantes

No hay que perder el tiempo con libros que a priori parecían interesantes pero que luego no acaban de enganchar o que tienen un interés cero para ti. Hay que hacer una muy buena selección de los libros que se van a leer, por ejemplo leer libros que tienen que ver con tu profesión o con tus aficiones.

4. Leer varios libros al mismo tiempo

En la lectura no existen unas reglas fijas que indiquen cómo se debe de leer (ni cuándo ni dónde). Lee varios libros a la vez para no saturarte con determinados temas. Por ejemplo, lee por la mañana lo que más te cueste y deja para la noche la lectura más fácil o que más te apasione.

5. Retener el conocimiento

El objetivo de todo esto no es el leer por leer. El objetivo tiene que ser la retención de conocimiento, aprender de las lecturas. Son muchas horas las que se van a invertir, así que no hay nada mejor que aprovecharlas al máximo, asegurarse en obtener algo de ellas y aplicar lo aprendido. Para ello puedes realizar notas, subrayar, marcar páginas… (Atención: no hacer bajo ningún concepto con libros de la biblioteca, a no ser que sean electrónicos)

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