10 personas que llevan los libros y la lectura a otro nivel
Hay personas que quieren compartir su amor por los libros y la lectura con el mundo. Personas que ven a los libros como un salvavidas social gracias a sus beneficios. Que quieren preservar el conocimiento y hacerlo accesible. Personas que llevan los libros a sitios donde la lectura debería ser la única arma a existir. Esas personas tienen nombre y apellido. Esas personas llevan los libros, la lectura y el conocimiento a otro nivel.
Estamos seguros de que existen cientos de miles de personas que utilizan los libros y la lectura para luchar contra las injusticias sociales y la fiereza económica que hace que cada vez haya más gente desamparada. Personas que quieren que no se destruya el conocimiento ya creado y que busca que todas las personas tengan acceso a él sin importar su condición social o física. Personas que no buscan premios, pero que deberían ser merecedores de los mejores. Personas que ayudan, comparten y crean iniciativas alrededor de los libros, la lectura y las bibliotecas. Y es que detrás de cada proyecto e iniciativa hay, sin duda, que una gran persona que busca el crecimiento social y la igualdad de oportunidades.
Hace unos meses ya os hablamos de una serie de iniciativas que llevan los libros, la lectura y las bibliotecas allá donde estaban las personas… Hoy os queremos presentar a Pilar Mujica y su biblioteca ambulante gratuita, a Gianno Carbonero y su bar del que quitó las máquinas tragaperras para montar estanterías con libros harto de ver como se arruinaban sus clientes, al bibliotecario Colbert Nembhard y su iniciativa de lectura a niños indigentes, a Philani Dladla y las reseñas de libros que repartía entre conductores y viandantes en Sudáfrica, al ingeniero Carlos Madolell y su proyecto BraiBook, al basurero José Alberto Gutiérrez y su rescate de libros de la basura, al monje Columba Stewart y su salvación de manuscritos en zonas en guerra, a Luís Soriano y su ya famoso biblioburro, a Philippe Starck y el diseño de Ideas Box y al librero Ali Al-Moussawi que vende libros en su caminoneta por las calles de Bagdad. 10 personas que se merecen grandes premios… y qué mejor que empezar por ser reconocidos y difundir su buen hacer.
Pilar Mujica y su biblioteca ambulante
Pilar Mujica sale todos los sábados por el malecón de Miraflores (Perú) acompañada de su carro de compra cargado de libros. Dichos libros son regalados a todas las personas que los quieran. Solo hay una única condición para recibirlos: estar interesados en leerlos. Ella misma ha nombrado su carro como “Biblioteca ambulante María Rostworowski”.
“Soy una amante de la lectura Para mí la lectura ha sido algo importantísimo desde niña. Como tenía muchos libros en mi casa, un día se me ocurrió la idea de compartir”. […]“Salgo todos los sábados a prestar a quien quiera. No pido ningún requisito. Ni nombre ni DNI. Solo que la persona esté interesada en leer”.
Gianni Carbonaro y su bar con libros en lugar de máquinas tragaperras
Gianni Carbonaro estaba harto de ver como clientes suyos se gastaban los pocos ahorros que tenían en las máquinas tragaperras de su bar en Roma. Así que un día tomó la decisión de quitarlas e instalar en su lugar una pequeña biblioteca con libros para que fuesen leídos por sus clientes.
En ese combate aporta su grano de arena Gianni Carbonaro con una librería que se va incrementado día a día con algunas aportaciones de los clientes. «Algún libro lo regalo, si el lector se encapricha con él -nos dice-. Para mi es una alegría».
Colbert Nembhard y su proyecto de lectura a niños indigentes
Colbert Nembhard (bibliotecario de profesión) puso en marcha una iniciativa que consistía en llevar la lectura a niños que vivían en la extrema pobreza y la indigencia. Cada día, después de trabajar, se dirigía a salas de lectura con los libros que había recogido a través de donaciones y trataba de despertar en los niños el amor por los libros.
Nembhard acude cada día y conoce a todos los niños por su nombre, pese a que es un continuo ir y venir de familias. Hay que conseguir que todos se sientan a gusto, seguros. Su intención es que los niños creen una relación de por vida con las bibliotecas, donde, además de libros, tienen acceso a WiFi gratuita y otro gran número de servicios relacionados con la educación y la sociedad de la información.
Philani Dladla y las reseñas de libros que le sacaron de la pobreza
Philani Dladla era un joven mendigo que se dedicaba a hacer reseñas de libros. Dichos trabajos los repartía entre viandantes y conductores en el centro de Johannesburgo (Sudáfrica). Si gustaba la reseña, daba la opción de comprar el libro, el cual había recibido en una herencia.
“Empecé a tener clientes, conductores que pasaban cada día a por un libro diferente. Muchos de ellos me devolvían los libros para que pudiera revenderlos. En las universidades se enteraron de quién era y venían a regalarme los libros que ya no necesitaban”, cuenta Philani, ahora que su historia ha llegado a todos los rincones del planeta.
Carlos Madolell y el lector de libros en braille
Carlos Madolell es un ingeniero catalán que ha creado el BraiBook, un dispositivo de lectura capaz de convertir cualquier documento de texto al código braille. Ahora mismo se encuentra en busca de financiación para lanzarlo al mercado.
Este dispositivo es idea del ingeniero catalán Carlos Madolell quien, tras reflexionar sobre los problemas cotidianos de lectura a los que se enfrentan las personas con discapacidad visual, creó BraiBook para «fomentar la inclusión de este colectivo en la educación, la cultura y el entretenimiento», como explica en un comunicado.
José Alberto Gutiérrez y el rescate de los libros de la basura
José Alberto Gutiérrez es un basurero que ha rescatado miles de libros de la basura en Colombia. Es conocido como “el señor de los libros”. Actualmente tiene más de 25.000 libros en su casa y los ha puesto a disposición de todas las personas que quieran hacer uso de ellos.
Desde hace dos décadas José Alberto Gutiérrez conduce un camión de basura por las grises y frías calles de Bogotá, en Colombia. Además de desechos, ha recogido miles de libros que agolpó en su casa, convertida en una biblioteca gratuita.
Columba Stewart y la salvación de manuscritos de la destrucción
Columba Stewart es un monje benedictino que colabora con musulmanes y cristianos para salvar el máximo número de manuscritos antiguos de la devastadora Dáesh en Siria e Iraq.
El hermano Columba ha entrenado a miembros de la comunidad cristiana e islámica para que sean capaces de distinguir y encontrar este tipo de libros antiguos. En un primer momento se fotografían con la ayuda de una ONG, la Biblioteca de la Abadía de San Juan, en la Universidad de Collegeville, en Minnesota, donde se dedican a preservar de manera digital miles de manuscritos. Hasta el momento, han conseguido fotografiar más de 140.000 manuscritos, 50 millones de páginas escritas a mano.
Luís Soriano y el biblioburro
Luís Soriano fue el encargado de crear el biblioburro, una biblioteca itinerante que distribuye libros gracias a dos burros: Alfa y Beto.
Biblioburro es una hermosa labor que nació en 1997 y hasta el día de hoy se mantiene activa, ofreciendo jornadas de Alfabetización a muchos niños, actividades lúdicas, recreativas, Biblioburro Digital, con el fin de que conozcan todo lo relacionado con la tecnología como lo es el uso del computador, Internet, libros digitales, entre otras cosas.
Philippe Starck y la biblioteca para poblaciones vulnerables
Phillippe Starck es el diseñador de The Ideas Box, una pequeña biblioteca portátil que se monta en 20 minutos. Su misión es que esté junto a las poblaciones más vulnerables del mundo: en conflictos bélicos, en campos de refugiados…
El Ideas Box surge del desafío de proveer acceso a la información, a la cultura y a la educación para las poblaciones refugiadas. Pero una vez creada, nos dimos cuenta que Ideas Box podría servir en otros tipos de contextos, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo, gracias a su gran adaptabilidad.
Ali Al-Moussawi y su librería ambulante en Bagdad
Ali Al-Moussawi es un joven iraquí que vende libros por la calles de Bagdad en su camioneta. Parece irle bien el negocio ya que cada vez son más las personas que compran los libros que transporta.
A sus 25 años, este joven creció en medio de un efervescente grupo familiar de poetas y escritores, lo que desarrolló su pasión por las letras y la cultura en general. Pero en mitad de la destrucción, de la guerra, del temor a un ataque, es difícil pensar en algo que no sea sobrevivir. Y sin embargo, Ali, con el impulso de una página de Facebook creada en 2015, decidió dar el paso de volver a llenar de cultura las calles de su ciudad. Y lo hace con una camioneta transformada en biblioteca ambulante, en la que vende libros, pero también marcapáginas e incluso estanterías para almacenar las obras literarias.
Imagen superior cortesía de Shutterstock
Me parece muy bien que cada día el mundo este evolucionando de esta manera mas rápida y concreta de ante mano los felicito por tan excelente información espero y aspiro poder seguir aprendiendo cada día más de ustedes ?
Para nosotros será un placer que siga informándose y aprendiendo junto a nosotros. Saludos ?