22 imágenes para explicar un sentimiento hacia los libros
Uno de los soportes principales de la lectura son los libros. Libros que pueden acompañarnos durante toda la vida o en momentos determinados de la misma. Libros que nos pueden llegar a marcar de una u otra manera. Libros que no hacen más, ni menos, que ser vehículos de la transmisión del conocimiento entre personas del ayer, del hoy y del mañana. Sin duda que un magnífico artefacto el cual que nos ha llegado hace tiempo ya y del cual seguimos sacando muchísimo provecho.
Y la verdad es que hay muchísimos tipos de libros, y no hablamos solamente de sus géneros o formas físicas. Sino que hablamos de la presencia de los libros en distintos estamentos de la sociedad. Por ejemplo, y según la definición de la Real Academia Española, un libro puede ser un libro antifonal, un libro blanco, un libro de acuerdos, un libro de caballerías, de coro, de cuentas, de familia, de inventarios, de texto, electrónico… Sin duda que muchos tipos de libros, pero todos, al fin y al cabo, libros.
Y si tanto tiempo llevan con nosotros y seguimos utilizándolos es porque nos gusta y nos son de utilidad. Es algo que sabemos y que no podemos ocultar… es más, nos gusta ir demostrándolo por cada sitio en el que estamos: en casa, en el trabajo, en la escuela, en el transporte…
Y no es que se busque el postureo (el cual ya fue inventado por nuestros padres y abuelos) cuando nos dejamos ver con un libro o cuando hablamos de uno de ellos. Lo hacemos porque realmente nos aporta un plus en nuestras vidas.
También es verdad que su simple tecnología sin misterio (abrir y leer) ha hecho que muchas personas tengan acceso a ellos (más en los últimos siglos) y se animen a leer y tener siempre cerca un libro.
Y seguro que lo que más nos atrae es todo lo que nos pueden aportar en la vida. Aportaciones sin pedirnos nada a cambio, salvo un poco de atención.
Porque un libro puede cambiarnos la vida. Un cambio en el cual hay una distancia que se mide por páginas. Un cambio del cual nos vamos impregnando según avanzamos en la lectura.
Y es que un libro leído siempre es un peldaño que subimos en nuestro conocimiento. Una escalera que no hace más que ayudarnos a subir más alto para ver con más claridad las cosas.
También es importante tener en cuenta que los libros no solamente nos dan conocimiento, sino que también nos pueden ayudar a aliviar el estrés diario acumulado.
Además nos pueden (y quieren) entretener. Quieren que nos riamos y que compartamos nuestras emociones con ellos.
Y es que el aburrimiento no existe cuando estamos rodeados de libros. Miles de aventuras y oportunidades nos esperan en sus páginas.
Sin lugar a dudas que los libros nos dan más que nosotros les podemos dar a ellos. Es por eso por lo que hay que tratar siempre de compartir todos los beneficios con otras personas y, sobre todo, con los más jóvenes para inducirles y crearles el hábito lector.
Y sí, es verdad, hay muchísimos libros, infinidad de libros. Así que no dudes en leer lo que quieras, cuando quieras, con quien quieres, donde quieras, cuando quieras, como quieras, por lo que tu quieras… pero no olvides leer.
Eso sí, no olvides de seguir el consejo de Henry David Thoreau «Lee los buenos libros primero, lo más seguro es que no alcances a leerlos todos»
Por otro lado está la llegada del libro electrónico. Libro electrónico que no ha hecho más que acercar aún más la lectura (y el libro) a las personas. Es por eso por lo que debemos tener en cuenta que lo que menos importa a la hora de leer es si se hace sobre papel o en digital. Un libro es un libro, ya esté en un soporte o en otro.
Porque, al fin y al cabo, lo que menos importa cuando se lee es el soporte de la lectura.
Y hay que tener claro, muy claro, que si nos gusta leer pues leamos. Que nadie nos lo impida o nos lo prohíba.
Que si nos gusta tener la casa llena de libros pues lo hagamos. Que no hay ningún problema en hacerlo, salvo el espacio que ocupan los libros en papel… pero, ¡bendito problema!
Y no es que acumulemos por fetichismo o por obsesión, que también. Acumulamos libros por convicción, necesidad de conocimiento y acompañamiento.
Y si no sois de acumular libros en casa, pues que sean libros de la biblioteca. ¡¡Benditas bibliotecas también!! Bibliotecas que no os dejarán sin acceso a los libros y que no os cobrarán nada por tenerlos allí, ni siquiera por leerlos.
Además están los bibliotecarios/as que os ayudarán en vuestras consultas y os podrán recomendar próximos libros para leer.
Y es que el personal bibliotecario os puede hacer muy feliz con una simple llamada o correo electrónico… por ejemplo si os llama para decir que ya tenéis disponible el libro que queríais leer.
Para terminar un recordatorio. Los libros son muy importantes en nuestras vidas, tanto como para las bibliotecas. Tan importantes que son capaces de quedarse en un segundo plano para darnos protagonismo a nosotros, sus lectores.
Muchas gracias por existir. Te queremos seas como seas.
Imagen superior cortesía de Shutterstock