Las bibliotecas públicas son de todos y para todos
A las bibliotecas públicas les da igual de dónde vengas, cuál sea tu raza, religión o cultura. No miran tu edad, condición física, nivel de estudios, de conocimientos o económico. No, no es importante para ellas. Lo que realmente les importa eres tú. Seas como seas.
Las bibliotecas públicas buscan ofrecer un acceso igualitario a contenidos, recursos y servicios a todas las personas que las visiten. Además, con ello, buscan crear sociedades más formadas y competitivas. El desarrollo personal y profesional de las personas es uno de sus objetivos, además de facilitar y potenciar el hábito y la competencia lectora. Las bibliotecas unen a personas de distintas generaciones, culturas y colectivos, favoreciendo la cohesión y la inclusión social y cultural.
Desean que las personas participen y colaboren. Quieren estimular su creación, la generación de conocimiento y de oportunidades. Y todo esto en un espacio de libertad de expresión en los que todos puedan opinar e influir. Sin olvidar la vital función de las bibliotecas públicas desde el punto de vista de la conservación y difusión de conocimiento.
Y es que las bibliotecas públicas son un bien necesario. Es más, son un requisito para la educación, la toma de decisiones y el progreso, según señala el Manifiesto de la UNESCO a favor de las Bibliotecas Públicas.
La biblioteca pública, paso obligado del conocimiento, constituye un requisito básico de la educación permanente, las decisiones autónomas y el progreso cultural de la persona y los grupos sociales.