13 febrero, 2020 at 08:04
No todas las personas tienen la misma necesidad o afición por la lectura de libros. Hay personas que no tienen el hábito de leer, pero hay otras que son capaces de llevar su hábito lector más allá de lo normal. [Sitúese el listón de «normal» donde se crea que corresponde]. Personas que llevan su amor por los libros y la lectura a otro nivel. Un nivel en el que una gran parte del día gira alrededor de un libro, y en el que solamente se piensa en tener un rato libre para poder saborear una buena lectura.
Lo que está claro, o debe estar claro, es que cada persona es un mundo en cuanto a su relación con los libros y la lectura. Como diría Daniel Pennac, las personas lectoras tienen derecho tanto a leer como a no leer. Y es que cada persona tiene la libertad de leer lo que quiere, con quien quiere, cuando quiere, como quiere y donde quiere. Eso sí, siempre guardando las formas y manteniendo una buena conducta con respecto al resto de personas.
11 febrero, 2020 at 08:03
Las mujeres han ocupado (y ocupan) un papel vital en los avances de la tecnología y de la computación. Mujeres en la sombra que requieren nuestra atención y reconocimiento. Y no porque ellas lo pidan, no. Sino porque son un ejemplo para que muchas niñas y mujeres puedan seguir sus pasos en igualdad de condiciones, y para que todas las personas sepan que el género no importa a la hora de trabajar y aportar conocimiento al mundo.
Según la ONU, la brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) persiste desde hace años en todo el mundo. Los prejuicios y los estereotipos de género que se arrastran desde hace mucho tiempo continúan manteniendo a las niñas y mujeres alejadas de los campos relacionados con la ciencia. Solo un dato a tener en cuenta: menos del 30 % de los investigadores en todo el mundo son mujeres.
Según datos de la UNESCO (entre 2014 y 2016), solo alrededor del 30 por ciento de todas las estudiantes escogen estudios superiores dentro del campo de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y matemáticas (STEM). A nivel mundial, la matrícula de estudiantes femeninas es particularmente baja en tecnología de la información y las comunicaciones (TIC), con un tres por ciento; ciencias naturales, matemáticas y estadísticas, con un cinco por ciento, y en ingeniería, manufactura y construcción, con un ocho por ciento.