Los 10 libros más caros del mundo y que todo bibliófilo querría tener
Nuestra colección de libros es un bien precioso para aquellos que amamos los libros. Probablemente en su conjunto no tengan mucho valor económico, a no ser que tengamos alguna edición firmada por el autor o considerada rara, pero suele ser más el valor sentimental el que nos pesa: ese libro que leímos durante aquellas maravillosas vacaciones; aquel otro que nos hizo quedarnos despiertos varias noches hasta terminarlo, atrapados en su historia. Los libros se convierten así en algo más que transmisores de un mensaje o una idea, son evocadores de recuerdos, momentos y experiencias vividas durante su lectura.
El problema con el ser humano es que a veces quiere lo que no puede tener y claro, algunas personas no tienen reparos en apropiarse de aquello que no les pertenece. En el mundo de los libros también pasa y no son pocos los casos. Lo curioso es que en muchos de ellos son personajes que se declaran bibliófilos, amantes de los libros (y de la propiedad ajena), o incluso, bibliotecarios que aprovechando su posición se dedicaron a sustraer de las colecciones que debían proteger.
Uno de los casos más sonados de robos de libros se produjo hace relativamente pocos años en Santiago de Compostela: el esperpéntico robo del Codex Calixtinus. La venganza, las malas prácticas y la falta de medidas de seguridad fueron las causas de este robo que terminó felizmente con la recuperación del Codex.