Leer aporta información y entretenimiento, y es capaz de abrir el camino de la imaginación y el conocimiento. Si te das cuenta, te pasas el día leyendo. Quizás no libros, pero sí otras cosas como periódicos, redes sociales, carteles por la calle e incluso este post ahora mismo. Todo es leer, pero… ¿cuánto tiempo al día pasamos leyendo? No es que sea importante la cantidad, sino (y como muchos dirían) la calidad de lo que se lee.

La infografía «World Reading Habits in 2018», creada por Glogal English Editing, muestra los hábitos lectores de las personas en el mundo: quién lee más y qué lee, así como otros fascinantes datos sobre el panorama del libro y la lectura. Por ejemplo, datos como que la India, Tailandia y China son los países que más horas a la semana dedican a la lectura, que los europeos gastan 200 euros anuales por persona en libros y periódicos, o que el 74% de los estadounidenses ha leído un libro en los últimos 12 meses en cualquier formato.

Nos gustaría centrarnos, sobre todo, en lo referente a tiempos de lectura que aparecen en la infografía. En un primer gráfico se muestran las horas de lectura semanales que dedican las personas de cada país, sin hacer mención a si lo que leen son libros, periódicos o sitios web. Y en un segundo gráfico se detallan los países europeos que más tiempo al día dedican a la lectura de libros.

Dedicar un espacio para construir una pequeña biblioteca personal resulta algo complicado. El precio del alquiler y de la compra de la vivienda hace que no dispongamos de todo el espacio que nos gustaría tener, y muchas veces los grandes sacrificados son los libros. Sin embargo, existen estudios que avalan los beneficios de disponer bibliotecas personales en el hogar. Estas influyen positivamente, sobre todo, en el desarrollo personal de los peques de la casa, por lo que las ventajas de adecuar un espacio para la creación de una pequeña biblioteca doméstica se multiplican.

Según el estudio «Scholarly culture: How books in adolescence enhance adult literacy, numeracy and technology skills in 31 societies», dirigido por Joanna Sikora de la Universidad de Australia:

“Sumergir a los niños en entornos orientados a los libros beneficia su posterior logro educativo, sus logros y su posición ocupacional. Se ha interpretado que estos hallazgos sugieren que la socialización orientada a los libros, indicada por el tamaño de la biblioteca en el hogar, equipa a los jóvenes con gustos, habilidades y conocimientos para toda la vida”.

Por esta razón, es nuestra responsabilidad, y se hace imprescindible, dotar a nuestro hogar con un espacio dedicado a los libros para que los niños puedan desarrollarse de una forma sólida en todas sus facetas.

Leer en voz alta tiene una serie de beneficios tanto para las personas que la realizan como para las personas que la escuchan. La lectura en voz alta a la población infantil es algo que tenemos que interiorizar desde el núcleo familiar y el hogar. Dicha actividad no nos llevará mucho tiempo y tendrá grandes efectos positivos tanto en el desarrollo educativo de los jóvenes como en la creación de vínculos familiares entre peques y adultos.

La lectura en voz alta es una actividad social que permite a través de la entonación, pronunciación, dicción, fluidez, ritmo y volumen de la voz darle vida y significado a un texto escrito. De esta forma, la persona que escucha puede soñar, imaginar o exteriorizar sus emociones y sentimientos.

Es de suma importancia la labor a favor de la lectura que se hace desde el hogar. El fomento de la lectura y el acompañamiento a la biblioteca son fundamentales para el desarrollo y el proceso educativo de nuestros hijos. De hecho, varios estudios han demostrado que leer en voz alta es la mejor manera de dar a un niño las herramientas que necesitará para ser un buen lector, oyente y estudiante.