Las bibliotecas deben ofrecer espacios seguros en los que proporcionar acceso a la información. Esto es especialmente importante en los jóvenes, los cuales pasan de la dependencia informativa a la independencia en sus búsquedas y necesidades informacionales. Y es que las bibliotecas deben estar presentes en sus vidas ya que ofrecen la oportunidad para aprender, crecer, crear, innovar y desarrollar sus habilidades, ideas e identidades.

Con motivo del pasado Día Internacional de la Juventud 2018, la IFLA publicó un documento («How Libraries Provide Safe Spaces for (All) Youth») en el que se exploraba cómo las bibliotecas trabajan para crear espacios seguros para los jóvenes. Dicho trabajo se centra tanto en la diversidad social de la juventud como en el acceso a la información y uso de la tecnología para hacer llegar a los jóvenes lo que son las bibliotecas y para qué les pueden servir.

Las bibliotecas ofrecen un servicio único a sus usuarios, como un espacio público y como un portal para el acceso significativo a la información que las personas y las comunidades necesitan para aprender, crecer y desarrollarse. Esto es particularmente esencial para los jóvenes, que están descubriendo su independencia e identidad, y tienen necesidades de información importantes.

Las bibliotecas forman una parte importante de la infraestructura de servicio público. Se hace más que necesario que los jóvenes sientan a las bibliotecas como espacios seguros que les ofrecen la oportunidad de desarrollar sus habilidades, ideas e identidades. Sin lugar a dudas que son un lugar perfecto para continuar y completar el proceso de aprendizaje y encontrar un lugar en la sociedad.

Según las conclusiones del propio documento, se señala que proporcionar un espacio seguro para los jóvenes puede ser tan difícil de conseguir como necesario. Al crear dicho espacio seguro en las bibliotecas se proporciona el acceso a la información que las personas necesitan para encontrarse, crecer, crear e innovar.

El acceso a la información es importante, especialmente en los jóvenes

La información es un factor clave para el desarrollo. Esta permite tomar mejores decisiones, innovar y crear. Por ejemplo, algunos países ven el papel directo que tienen las bibliotecas en cuanto a reducción de pobreza, promoción de la ciudadanía plena y activa, la democracia y libre expresión, y apoyo de la sostenibilidad.

Porque las bibliotecas son espacios abiertos llenos de expertos en información, deberían ser la piedra angular de una estrategia global para luchar contra las desigualdades sociales capacitando a cada individuo para tomar decisiones informadas y ocupar plenamente su lugar en el espacio político y social.

Los jóvenes pasan de una situación de dependencia de sus familias o docentes a la independencia. Asumen nuevas responsabilidades, toman nuevas decisiones y descubren su identidad. Esto hace que estar bien informados sea primordial, además de contar con un lugar tranquilo donde puedan acceder a la información de manera libre.

Identificar las necesidades de la juventud

Ofrecer el mismo servicio a todos los jóvenes puede profundizar en el aislamiento de los más vulnerables de la comunidad, como por ejemplo los jóvenes sin hogar, refugiados o jóvenes LGBT. Estos jóvenes necesitan un lugar donde puedan buscar información sobre empleo, educación y vivienda, además de satisfacer sus necesidades de conocimiento legal o de salud.

Es verdad que dichos jóvenes se pueden sentir incómodos en sus búsquedas y necesidades de información, es por ello que las bibliotecas deben pensar en crear espacios privados de información. Además, deben trabajar junto con trabajadores sociales, capacitar y desarrollar a su personal en estas cuestiones, mejorar la comprensión de estas tendencias y necesidades de la comunidad, crear colecciones y ofrecer materiales de utilidad.

Métodos innovadores para llegar a los jóvenes

Se identifican tres métodos para que las bibliotecas estén más cerca de los jóvenes:

1. Adoptar nuevas tecnologías y nuevas formas de hacer las cosas.
2. Ampliar el espacio de la biblioteca y sacarla fuera de sus paredes.
3. Repensar el lenguaje utilizado y los espacios ofrecidos.

Crear asociaciones para crear espacios seguros

En ocasiones las bibliotecas son el único espacio público de las comunidades. Es por ello por lo que deben aprovechar su potencial para proporcionar un espacio seguro.

Es importante que los gobiernos vean a las bibliotecas como alidadas para el apoyo en las políticas para la juventud, y que atraigan la colaboración de trabajadores sociales, sanitarios, docentes y formadores, entre otros.

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