En EE.UU. se prohíben los libros antes que las armas
Los libros son más poderosos que las armas. Quizás por eso, en algunos países como en EE.UU., se prohíben. Prohibición que trata de silenciar historias, debates y discusiones. Como cada año, la ALA da difusión a los libros más censurados en EE.UU. Porque la censura alcanza su éxito cuando nadie habla de ella.
Ahora bien, ¿por qué en EE.UU. se prohíben los libros antes que las armas?… ¡Por la protección de los niños y de las personas!, como bien dice la imagen superior fruto en una campaña contra las armas llevada a cabo por la plataforma Moms Demand Action. Por cierto, dicha campaña hacía referencia a un libro en concreto: Caperucita Roja. ¿Y por qué se prohibió? Por llevar una botella de vino en la cesta para su abuela. Otras prohibiciones que fueron denunciadas en dicha campaña hacían referencia a jugar al balón prisionero (porque podía fomentar al bullying) o los huevos Kinder (porque podían suponer riesgo de asfixia para los más pequeños).
Según datos de la ALA, entre el 82 y el 97% de los libros no se reportan y se retiran directamente de las estanterías públicas sin previo aviso o información al respecto en el año 2017. La Oficina para la Libertad Intelectual de la ALA recibió un total de 354 avisos de retirada de materiales en bibliotecas, escuelas y universidades. Dichos avisos implicaban a un total de 491 materiales, de los cuales 416 eran libros.
El 56% de dichos avisos provinieron de bibliotecas públicas, el 25% de escuelas, el 16% de bibliotecas escolares, el 2% de bibliotecas académicas y el 1% de bibliotecas especiales. ¿Y cuáles fueron los principales motivos? Los principales motivos para ejercer dicha retirada fueron la presencia de lenguaje ofensivo, contenido sexual explícito, violencia, LGBT, punto de vista religioso, nudismo, racismo… Y los principales iniciadores de estos avisos fueron los jefes / directores de los centros (42%), los propios padres de alumnos o usuarios (32%), consejeros / administración (16%) y bibliotecarios / profesores (6%).
Los 10 libros más censurados en las bibliotecas de EE.UU. en el año 2017
- Thirteen Reasons Why, escrito por Jay Asher. Originalmente publicado en 2007, este bestseller del New York Times ha resurgido como un libro controvertido después de que Netflix transmitiera una serie de televisión con el mismo nombre. Esta novela de jóvenes adultos fue rechazada y prohibida en múltiples distritos escolares porque discute el suicidio.
- The Absolutely True Diary of a Part-Time Indian, escrito por Sherman Alexie. Rechazada constantemente desde su publicación en 2007 por reconocer problemas como la pobreza, el alcoholismo y la sexualidad. Este ganador del National Book Award fue rechazado en el currículo escolar debido a blasfemias y situaciones que se consideraron sexualmente explícitas.
- Drama, escrito e ilustrado por Raina Telgemeier. Esta novela gráfica ganadora del premio de honor de Stonewall en 2012, de una aclamada dibujante fue rechazada y prohibida en las bibliotecas escolares porque incluye personajes LGBT y fue considerada «confusa».
- The Kite Runner, escrito por Khaled Hosseini. Esta novela multigeneracional aclamada por la crítica fue rechazada y prohibida porque incluye violencia sexual y se pensó que «conducía al terrorismo» y «promovía el islam».
- George, escrito por Alex Gino. Escrito para niños de primaria, este ganador del Premio Literario Lambda fue rechazado y prohibido porque incluye un niño transgénero.
- Sex is a Funny Word, escrito por Cory Silverberg e ilustrado por Fiona Smyth. Este libro informativo para niños fue escrito en 2015 por un educador sexual certificado. Fue rechazado porque aborda la educación sexual y se cree que lleva a los niños a «querer tener relaciones sexuales o hacer preguntas sobre el sexo».
Apparently enough Americans think our “informational” book is going to lead their children to… https://t.co/OQ6DTPVcaq
— Cory Silverberg (@corysilverberg) 10 de abril de 2018
- To Kill a Mockingbird, escrito por Harper Lee. Esta novela ganadora del Premio Pulitzer, considerada un clásico estadounidense, fue rechazada y prohibida debido a la violencia y el uso de la N-Word (nigger).
- The Hate U Give, escrito por Angie Thomas. A pesar de ganar múltiples premios y ser el libro más buscado en Goodreads durante su año debut, esta novela de jóvenes adultos fue rechazada y prohibida en las bibliotecas escolares y del currículo porque se consideraba «vulgarmente vulgar» y por el uso de drogas, lenguaje profano y ofensivo.
- And Tango Makes Three, escrito por Peter Parnell y Justin Richardson, ilustrado por Henry Cole. Al regresar después de una breve pausa de la lista de los Top Ten Most Challenged, este libro para niños, publicado en 2005, fue rechazado y etiquetado porque presenta una relación entre personas del mismo sexo.
- I Am Jazz, escrito por Jessica Herthel y Jazz Jennings, ilustrado por Shelagh McNicholas. Este libro ilustrado autobiográfico, escrito por el protagonista de 13 años, fue rechazado porque aborda la identidad de género.
La Declaración de Derechos de la Biblioteca
Como ya hicimos el año pasado, volvemos a compartir la “Declaración de Derechos de la Biblioteca” que promueve la ALA. Y es que dicha asociación afirma que todas las bibliotecas son foros de información e ideas, y que las siguientes políticas básicas deben guiar sus servicios:
- Los libros y otros recursos de la biblioteca deben ser provistos para el interés, la información y la iluminación de todas las personas de la comunidad que la biblioteca sirve. Los materiales no deben ser excluidos debido al origen, antecedentes o puntos de vista de aquellos que contribuyen a su creación.
- Las bibliotecas deben proporcionar materiales e información presentando todos los puntos de vista sobre temas actuales e históricos. Los materiales no deben ser proscritos o eliminados debido a la desaprobación partidaria o doctrinal.
- Las bibliotecas deben desafiar la censura en el cumplimiento de su responsabilidad de proporcionar información e iluminación.
- Las bibliotecas deben cooperar con todas las personas y grupos interesados en resistir la restricción de la libre expresión y el libre acceso a las ideas.
- El derecho de una persona a usar una biblioteca no debe ser negado o abreviado debido a su origen, edad, antecedentes o puntos de vista.
- Las bibliotecas que hagan espacios de exhibición y salas de reuniones disponibles para el público que sirven deben hacer tales instalaciones disponibles sobre una base equitativa, independientemente de las creencias o afiliaciones de individuos o grupos que solicitan su uso.