La pasada semana se celebró en Zamora el XIII Workshop de Rebiun organizado por la sectorial de la CRUE y REBIUN, evento enmarcado dentro del grupo Línea 3 del III Plan Estratégico de REBIUN 2020, y que giraba alrededor de los libros electrónicos en las bibliotecas. Unos libros electrónicos como recursos plenos de conocimiento, y no solo de información, y que no son ni mejores ni peores que los libros en papel, ya que el formato no es signo de calidad.

Algo que se dejó bien claro es que el libro digital no es el futuro, sino que está ya presente entre nosotros… por lo que existe una necesidad de enseñar a los usuarios a leer en digital (en España hay una media de seis dispositivos por persona) y adaptarse a esas nuevas generaciones que consultan y acceden a la información de manera distinta. Bien es cierto que la situación de crisis no es el mejor momento para este gran cambio (o evolución) en las bibliotecas, pero se debe ver como una oportunidad de cambio en los procesos de la colección digital. Aunque, también es importante señalarlo, hoy por hoy no existe el flechazo entre el usuario de biblioteca y el libro electrónico. El usuario de biblioteca sigue solicitando libros en papel, parece que desde el sector de las bibliotecas nos hemos empeñado en que tienen que dar el salto a lo digital.

Las bibliotecas universitarias (y por extensión al resto de las bibliotecas) son un referente en aplicar las nuevas tecnologías y darlas a la sociedad. Casi todos los cambios en bibliotecas se deben a las iniciativas y el entusiasmo de sus bibliotecarios, es por ello que tienen que ser el núcleo del nuevo ecosistema en formación y evaluación.

Es muy importante la cultura corporativa en la biblioteca a la hora de mostrar las bondades de la organización, entre ellas el libro electrónico, así como la colaboración, cooperación y las ganas de aunar esfuerzos desde las bibliotecas. Por ejemplo, la cooperación entre bibliotecas puede hacer que los precios en compras se reduzcan hasta un 30 %.

Debe haber un cambio de actitud de los bibliotecarios con respecto al libro electrónico. Hay que vender el producto desde dentro de la organización y aprender todo lo que rodea al mismo (uso, descarga, gestión del DRM…) Aprender es un proceso que les debe acompañar a lo largo de la vida… no es un proceso con fecha de caducidad. Formar grupos de trabajo en la biblioteca y remar en la misma dirección para impulsar nuevos proyectos.

No faltó en el evento las menciones a las problemáticas entre editoriales y bibliotecas en cuanto al suministro de libros digitales. Desde las bibliotecas se busca, y quiere, un mercado del libro electrónico con la misma libertad que en el mercado del libro en papel. Se hizo mención a no caer en la trampa de las colecciones cerradas de libros electrónicos como ha pasado con las revistas electrónicas. Es necesario llegar a un consenso donde las bibliotecas solo compren los títulos que les interesan.

También se comentó que desde las editoriales se ve a las bibliotecas como clientes de segunda, en lugar de cómo socios.  Y que el coste por uso en formato electrónico es más caro que el coste por uso en formato papel, ya que cuando se compra un ejemplar en papel sus usos son ilimitados, mientras que en electrónico se cobra por cada uso y es más difícil controlar ese gasto.

Para acabar también mencionar la presentación que se realizó sobre eBiblio y su precio medio de uso por licencia de 0,27 euros y la imposibilidad de descargar los libros electrónicos de dicha plataforma a Kindle por temas del DRM de Adobe.

Si estás interesado en leer las presentaciones del evento puedes echar un vistazo al siguiente enlace del Repositorio Documental GREDOS: XIII Workshop REBIUN Proyectos Digitales. Los libros electrónicos en las bibliotecas