La vida pasa… y aunque a veces parezca que lo hace muy despacio, no es así. Si miramos hacía atrás nos podemos dar cuenta de todo el cambio y evolución que ha experimentado la tecnología y el uso de las distintas herramientas de trabajo. Muchas veces sin darnos cuenta de ello, hasta que hacemos esa mirada retrospectiva hacía tiempos anteriores.

Quién nos iba a decir hace 30 años que las cosas cambiarían tanto en nuestras mesas de trabajo. Que el ordenador ocuparía menos espacio (en el mejor de los casos de las oficinas que contasen con ordenador), que el teléfono fijo dejaría paso al teléfono móvil, que el fax, la agenda, la guía telefónica, la enciclopedia, la calculadora desaparecerían y que se daría más protagonismo a las funciones y programas informáticos. No hay nada mejor para darnos cuenta de esta evolución que echando un vistazo a la siguiente imagen y cuya composición está sacada del vídeo creado y desarrollado por el Innovation Lab de Harvard.

Algo así es lo que también ha pasado en nuestras bibliotecas. Han cambiado mucho en lo que podemos considerar este espacio, no tan grande, de tiempo. En lo que más afecta al uso de la tecnología mencionar la automatización de los catálogos (en los cuales llevamos trabajando ya junto a vosotros muchísimo tiempo con absys y absysNet), los sistemas RFID, la disposición de ordenadores de uso público o la llegada de Internet (y wifi) y a las bibliotecas.

Ahora toca esperar otros 30 años para ver todos estos avances tecnológicos como cosas de un pasado lejano. En el 2044 volveremos a echar esa mirada al pasado para ver la evolución de nuestros lugares de trabajo.