Las 5 principales lecciones que las bibliotecas han aprendido en la nueva era bibliotecaria
Las bibliotecas nunca paran de aprender. Su capacidad de adaptación y adopción de servicios y recursos tecnológicos es algo que está impregnado en el ADN bibliotecario. Aunque es verdad que el último año ha sido una intensa etapa de aprendizaje donde el miedo y el estrés han compartido protagonismo con la alegría y el orgullo del trabajo bien hecho. Sin duda que un año de experimentación para seguir a la vanguardia tecnológica, social, informativa y cultural.
Mientras la pandemia hizo tambalear los pilares de numerosas organizaciones e instituciones, las bibliotecas mostraron la fortaleza de los suyos gracias a la preparación tecnológica continua en cuanto automatización y digitalización de procesos, recursos y servicios. Servicios esenciales y más que necesarios que han sabido aprender, adaptar y reinterpretar experiencias externas e internas para crear nuevas y enriquecedoras experiencias bibliotecarias que perdurarán en el tiempo.
Esta aceleración digital sin precedentes se une al bagaje y buen hacer del trabajo y servicios presenciales en las bibliotecas. Pero algunas reglas han cambiado con el objetivo de hacer de las bibliotecas un lugar seguro, flexible y multicanal. No es cuestión de volver a un estado anterior de normalidad, sino que es el momento de seguir creciendo y apostando por la unión de experiencia y aprendizaje. La biblioteca sabe que su presente y futuro más cercano es y será una combinación por igual entre lo físico y analógico con lo virtual y digital. Todo un desafío en el que no hay que dejar a nadie detrás.
Retos y desafíos ante la nueva era bibliotecaria
1. Protagonismo de la digitalización bibliotecaria
La digitalización de servicios, productos y actividades debe seguir ocupando un espacio importante en la atención y programación bibliotecaria. Las colecciones y servicios digitales han tomado protagonismo en la era actual, por lo que se debe seguir ofreciendo esta opción virtual / digital para llegar al mayor número de personas. Ya sea a través de contenidos digitales (libros electrónicos, servicios de streaming…) como a través de actividades online (conferencias, seminarios, formación…).
2. Especial atención a la brecha tecnológica e informativa
La digitalización es un hito importante en las bibliotecas en cuanto a un mayor acceso a recursos, servicios y actividades por parte de las personas, pero se deben asumir nuevos retos y desafíos para no dejar atrás a ninguna persona / colectivo. La desigualdad en el acceso puede aumentar la brecha digital e informativa, y es que parte de la sociedad no posee conocimientos o recursos para acceder y utilizar la biblioteca de manera virtual. Las bibliotecas deben seguir involucrando a sus comunidades, formándolas o adaptando los servicios a cada realidad, para que no pierdan el contacto y acceso a la biblioteca. La biblioteca debe fomentar la igualdad de oportunidades abordando la desigualdad social en colaboración con otras instituciones, tanto públicas como privadas.
3. Reinvención del espacio físico
El espacio físico de las bibliotecas ha quedado limitado temporalmente con medidas que fomentan el distanciamiento social, lo cual ha provocado una reducción considerable de la actividad presencial. Este hecho lleva a las bibliotecas a repensar, reimaginar y reinventar desde su diseño arquitectónico hasta la disposición de su mobiliario o la búsqueda de nuevos espacios. Un impulso necesario hacia la adaptación de espacios abiertos y flexibles para mitigar la concurrencia y prevenir los brotes infecciosos presentes y futuros.
4. La comunicación es clave para la información
Las bibliotecas han apostado por un diálogo abierto y personal con el fin de aumentar la transparencia. No se puede parar cuando hay personas que sienten la necesidad imprescindible de contar con las bibliotecas. De ahí que la comunicación sirva como puente informativo entre personas y servicios, recursos y actividades ofrecidos, y que no siempre son conocidos. La comunicación, tanto interna como externa, no solo aumenta la transparencia, sino también la confianza.
5. Formación, preparación y dotación de recursos al personal bibliotecario
Una de las lecciones más importantes aprendidas en esta nueva era bibliotecaria (y desde hace ya tiempo incluso) es que el personal bibliotecario debe contar con la formación, herramientas y recursos necesarios para seguir haciendo que la biblioteca evolucione y se adapte a los cambios sociales, culturales y tecnológicos. Fruto de esa preparación ha hecho que las bibliotecas no pararan su actividad y estuvieran cerca de la ciudadanía en todo momento. Sin duda que una vez más el personal bibliotecario ha demostrado su valía y necesidad.
Fuentes: Information Today (1 y 2) | The New York Times | Gensler | The Pigeon | IFLA | Shutterstock
Excelente resenha sobre os desafios impostos às bibliotecas!
Muchas gracias… 🙂