Los 10 mandamientos del expurgo en las bibliotecas públicas
Las bibliotecas públicas no basan sus colecciones en la acumulación, sino en la adecuación de los fondos para sus comunidades usuarias. La compra es necesaria e imprescindible, pero también lo es el expurgo de aquellos materiales que ya no son útiles por distintos motivos. A priori el expurgo no es una tarea fácil, y tampoco comprendida por muchas personas de fuera del sector bibliotecario, pero es necesario para asegurar la vida y utilidad de la colección de una biblioteca.
José Luis Sánchez, bibliotecario de la Biblioteca Pública Municipal de Peñaranda de Bracamonte, participó el pasado mes de marzo en el webinar «La necesidad del expurgo en la Biblioteca Pública» organizado desde Mares Virtuales. En él dio las claves de la necesidad del expurgo en las bibliotecas públicas y comentó que «el expurgo es un elemento biblioteconómico indispensable para mantener viva, útil y actualizada nuestra colección bibliográfica» y que «el expurgo se basa en la quinta ley de Ranganthan que dice que La biblioteca es un organismo vivo».
Entre los criterios para el expurgo en las bibliotecas públicas señala dos tipos: directos e indirectos. Entre los directos estarían el estado físico, si son sustituibles los materiales o si están duplicados. Entre los criterios indirectos estarían los cualitativos y los cuantitativos. Destacar de los cualitativos los referentes al contenido (calidad del documento, calidad de la información, libros inadecuados, libros incoherentes, actualidad de la información, accesibilidad de la información, calidad intrínseca del documento y criterio de redundancia) y de obsolescencia (obsolescencia de la información, obsolescencia de los documentos). Y destacar de los cuantitativos (criterios indirectos) la edad (fecha de publicación, de edición, de reimpresión, de la última edición y de adquisición) y el uso.
Los 10 mandamientos del expurgo
José Luis Sánchez resume su intervención en diez mandamientos a tener en cuenta sobre el expurgo en las bibliotecas públicas. Entre dichos mandamientos destaca que no es mejor biblioteca aquella que tiene más libros, sino la que tiene más libros que se adaptan a su comunidad de personas usuarias.
- Cuantos antes, mejor. (No busques excusas para demorar el proceso)
- Marca criterios claros y medibles.
- No es tan importante lo que tenemos, como aquello a lo que podemos acceder.
- Un libro que no se usa, es un libro inútil.
- El expurgo ha de ser constante al igual que las adquisiciones.
- Más vale poco y bueno que mucho y malo, o menos es más.
- Siempre hay algún otro sistema para obtener una información.
- No quieras para los demás los libros que tú rechazas (aunque, si los quieren ellos…).
- Si puedes, haz dinero.
- Recicla, pero seguro: No los tires con elementos que identifiquen su procedencia, mejor ¡destrúyelos!
Antes de finalizar nos gustaría destacar la infografía de Eli Ramírez (bibliotecaria apasionada por el dibujo) sobre dichos mandamientos. Desde Baratz nos quedamos alucinados y entusiasmados con los resúmenes gráficos que hizo de las sesiones del último Fesabid celebrado en Barcelona. Estamos seguros que también os gustará la siguiente infografía.
- No pongas excusas. Cuanto antes, mejor.
- Marca criterios claros y medibles, y anótalos.
- No es tan importante lo que tenemos, como aquello a lo que podemos acceder.
- Honra a los clásicos.
- Un libro sin uso quita espacio a otro que se usa.
- El expurga ha de ser constante, al igual que las adquisiciones.
- Antes de entrar, deja salir.
- Más vale poco y bueno que mucho y malo.
- Menos libros generan más uso.
- Los libros expurgados también tienen alma.
Estos 10 mandamientos se encierran en dos:
- Lo que retiras puede ser atractivo para otros. Algunos pueden ser indultados por un lector, o transformarse en escultura y tener una nueva vida.
- Regala, cambia o vende, pero no los tires con elementos que identifiquen su procedencia, mejor ¡destrúyelos!
Y anota un consejo: Cuando expurgues no mires al libro a los ojos.
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