Los 4 retos que las bibliotecas escolares deben atender a corto y medio plazo
Las bibliotecas escolares son una herramienta necesaria e imprescindible al servicio de las distintas comunidades educativas. Para lograr tal final hay que dotarlas de visibilidad y demostrar su importancia como espacios de desarrollo y promoción del aprendizaje y la lectura dentro de los centros educativos.
Sobre esto han estado reflexionando y trabajando en la jornada técnica «Biblioteca Escolar: cuestión de enfoque», la cual se centró en temas como la lectura, las competencias informacionales, la transformación de los espacios y la función en los centros educativos. Fruto de la cual se ha creado (y compartido) un documento que persigue alertar sobre la urgencia de atender ciertas necesidades: «4 retos para la biblioteca escolar 2020»:
Se proponían cuatro temas a partir de los cuales realizar una reflexión conjunta con la finalidad de obtener un documento que sirviese para “estimular” la atención a las bibliotecas de los centros no universitarios a corto y medio plazo, como herramienta de trabajo colaborativo y con vocación de visibilizar la función de la biblioteca escolar en el presente y el futuro más próximo.
Los retos propuestos giran en torno a la estabilidad de las bibliotecas escolares, a su papel educativo, su papel como mediadoras de la lectura, y su papel para desarrollar competencias mediáticas e informacionales. Cada uno de estos retos incluye una serie de propuestas de actuación que deben ser desarrolladas a corto y medio plazo, y que compartimos a continuación.
En síntesis, se proponen cuatro retos para atender a corto y medio plazo, desde el contexto de cada Comunidad Autónoma y de la Administración Central, desde cada centro también, cada uno en la medida de sus competencias y sus posibilidades.
Reto 1. Dotar de ESTABILIDAD a las bibliotecas escolares.
En este primer reto se aborda un tema de gran importancia, pero que en ocasiones queda en el olvido: el papel y la visibilidad de la biblioteca en el centro educativo. Se señala la importancia de aunar esfuerzos y compromisos para el desarrollo y consolidación de la biblioteca escolar, la necesidad de trabajar en un marco normativo que las regule y hacer que llegue esta tipología de bibliotecas hasta la agenda de los políticos. También se apunta la necesidad de destinar recursos a las bibliotecas escolares, establecer unos estándares mínimos de calidad y promover la creación de redes de bibliotecas escolares.
Reto 2. Promover un modelo de biblioteca escolar como espacio educativo a la medida del proyecto de centro.
A través de este reto se considera que la biblioteca escolar está en constante adaptación, evolución e innovación, tal y como se comenta «Siempre la biblioteca escolar en “fase beta”». Entre las propuestas de actuación en las bibliotecas escolares destacan la importancia de la colaboración, la co-creación, la comunicación, el compartir y el co-aprendizaje. Sin duda que las palabras que empiezan por CO conquistan la biblioteca.
También se busca a través de este reto diseñar un entorno versátil de diversos usos (espacio de encuentro, facilitador y tercer lugar), pensar en la flexibilidad (aprendizaje, inclusión, apertura…) y crear un espacio que provoque experiencias en la comunidad educativa. Ver a la biblioteca escolar como una biblioteca expandida en la que lo físico y lo virtual convivan.
Reto 3. Concebir la biblioteca escolar como mediadora de las lecturas en el centro y situarla en el centro neurálgico de las políticas públicas centradas en la lectura, en todos los formatos, para todas las finalidades.
La promoción, acompañamiento y mediación de lectura debe ser la piedra angular de las bibliotecas escolares. Este reto señala la importancia de la biblioteca escolar transversal y presente en distintos espacios de los centros educativos. Además, debe ser la encargada de crear colecciones (físicas y digitales) de calidad, pertinencia, significación e inclusión.
También se debe favorecer desde las bibliotecas escolares la creación de espacios de socialización alrededor del libro y la lectura (debates, clubes de lectura…), participar en la formación de los profesores en nuevas metodologías de lectura, implicar a las familias en la difusión lectora de los estudiantes, y promover el acceso libre y gratuito a través de entornos digitales.
Reto 4. Promover una visión de la biblioteca escolar como el contexto privilegiado para el desarrollo de las competencias mediáticas e informacionales, la Alfabetización Mediática (AMI), y como requisito para la construcción del pensamiento crítico.
Por medio de este último reto, se insta a las bibliotecas escolares a que promuevan el pensamiento crítico de la comunidad educativa (sensibilización, facilitar herramientas, visibilizar ejemplos y formación), que promuevan la toma de conciencia de la Alfabetización Mediática, y que estimulen metodologías para adquirir competencias ALFIN / AMI a través de múltiples alfabetizaciones. Tal y como señala: «Una biblioteca escolar como factoría / laboratorio de ideas, de encuentro y construcción de conocimiento compartido».
Imagen superior cortesía de Shutterstock
Muy interesante el articular. Me gustaria recibir las proximas notificaciones. Gracias. Saludos Cordiales. Claudia Ulián (Jefa Biblioteca Centro Municipal de Perfeccionamiento)
Hola, Claudia. Para estar actualizada puede darse de alta en nuestra newsletter ComunidadBTZ. Lo puede hacer a través de este enlace: http://eepurl.com/dr3kGP Saludos! 🙂