Los 8 puntos de la declaración de la ICOLC sobre la pandemia mundial COVID-19 y su impacto en los servicios y recursos de la biblioteca
La pandemia mundial COVID-19 ha modificado toda actividad social, educativa, económica y cultural, centrando todos los esfuerzos en la actividad sanitaria. Las bibliotecas se encuentran en un periodo de incertidumbre, como el resto de personas y organizaciones, y centran sus funciones y actividades hacia los recursos y servicios digitales. Porque, y como ya os comentamos, las bibliotecas cierran sus puertas al público, pero sus profesionales siguen trabajando gracias a Internet.
En medio de toda esta paralización, las bibliotecas tienen el deber y el compromiso de seguir siendo útiles, necesarias e imprescindibles para las personas como facilitadoras de contenido que pueda ser transformado en conocimiento. Es por eso por lo que la Coalición Internacional de Consorcios de Bibliotecas (ICOLC) ha realizado una declaración sobre la pandemia mundial COVID-19 y su impacto en los servicios y recursos de la biblioteca. El objetivo principal es que los proveedores de contenidos eliminen restricciones de uso y abran libremente la información de sus bases de datos, con especial atención a aquella que trate sobre el coronavirus.
Esta declaración tiene por objetivo ayudar a los editores y otros proveedores de contenido a los que concedemos licencias para recursos de información electrónica y compramos contenido impreso a comprender mejor la forma en que la actual pandemia global de COVID-19 afecta a la comunidad mundial de información. Su segundo propósito es sugerir una serie de enfoques que creemos que son de mutuo interés para las bibliotecas y los proveedores de servicios de información.
Desde la ICOLC animan a los editores a que trabajen junto a los consorcios y bibliotecas en beneficio de todas las comunidades. Comentan que a los editores y consorcios les conviene buscar soluciones creativas que permitan un acceso crítico al contenido del editor para las comunidades de investigación y salud pública. Por cierto, cada vez son más los proveedores de servicios de información los que están trabajando junto a la comunidad bibliotecaria para servir mejor a la comunidad mundial de la información a través de la pandemia de COVID-19. Entre dichos proveedores figuran Elsevier, ProQuest, Macmillan Learning, EBSCO y McGraw-Hill Education, entre muchos otros.
La Coalición Internacional de Consorcios de Bibliotecas (ICOLC) es un grupo informal y autoorganizado que actualmente comprende unos 200 consorcios de bibliotecas en América del Norte y del Sur, Europa, Australia, Asia y África. Los consorcios miembros prestan servicios a bibliotecas de todos los tipos y tamaños. ICOLC apoya a los consorcios participantes facilitando el debate sobre cuestiones de interés común.
Declaración sobre la pandemia mundial de COVID-19 y su impacto en los servicios y recursos de la biblioteca
Los consorcios participantes en la ICOLC consideran que la actual crisis es de tal importancia que no podemos simplemente suponer que las bibliotecas y las editoriales comparten una perspectiva común sobre la magnitud de la crisis y los mejores enfoques para hacerle frente. […]Muchos estudiantes universitarios estarán completando el actual curso académico en un formato totalmente en línea, de manera que las comunidades de los campus puedan practicar el distanciamiento social, tal como lo recomiendan la Organización Mundial de la Salud y muchos otros organismos nacionales y mundiales de salud.
Desde la ICOLC pedimos a los editores que consideren de inmediato:
- Hacer que cualquier contenido y conjuntos de datos relevantes acerca COVID-19, coronavirus (independientemente de las especies afectadas), vacunas, medicamentos antivirales, etc. que se encuentren actualmente detrás de los muros de pago de acceso abierto por suscripción, sean inmediatamente accesibles para facilitar la investigación, guiar la respuesta de la salud pública de la comunidad y acelerar el descubrimiento de opciones de tratamiento.
- Eliminar y renunciar a todos los límites de usuarios simultáneos del contenido digital con licencia de una institución durante este período en el que las universidades se conectan en línea para permitir que continúe la investigación, el descubrimiento y el aprendizaje.
- Levantar temporalmente las restricciones contractuales existentes o los límites de fotocopiado para que las bibliotecas puedan ayudar a nuestros estudiantes a completar su período.
- Permitir el máximo alcance de las limitaciones de derechos de autor, la excepción y el uso justo, incluso si están restringidos por contrato, para permitir que las instituciones continúen sus misiones de enseñanza vitales a medida que los campus hacen la transición a un formato en línea y a distancia.
Además, pedimos a los editores que comiencen a planificar:
- Permitir períodos de renovación flexibles y fechas de vencimiento de pago prolongadas, ya que no conocemos los impactos futuros en la salud o en las operaciones comerciales, ni para el personal del consorcio que facilita la renovación, ni para los bibliotecarios de nuestras instituciones miembros. Si se interrumpe el ciclo de renovación regular, pedimos que los editores mantengan el acceso para nuestras bibliotecas miembro, a pesar de que el acuerdo actual del consorcio o la institución haya expirado.
- Retrasar o minimizar cualquier aumento de precios previsto hasta que se calme la agitación y la perturbación que estamos viendo en nuestras comunidades de usuarios, sistemas de salud pública y mercados bursátiles en todo el mundo. Los impactos financieros en las instituciones de educación superior y la economía global son aún desconocidos, y los aumentos de precios añadirían aún más presión a las universidades y municipalidades ya estresadas. En tiempos estables, los precios y términos estandarizados pueden funcionar relativamente bien. Pero hoy en día, las bibliotecas se verán sometidas a una fuerte presión para desviar recursos financieros a otras áreas de interés inmediato dentro de la institución o el gobierno local.
- Elaborar planes para levantar temporalmente los muros de pago o desarrollar métodos alternativos de autenticación para permitir el acceso al contenido suscrito si los mecanismos tradicionales de autenticación del campus (VPN, servidores proxy) están sobrecargados por el aumento del tráfico.
- Levantar las restricciones que solo afectan al campus, de modo que las actividades de enseñanza puedan continuar en línea y a distancia, a pesar de los cierres de las universidades.
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