Los libros infantiles más representativos de cada país de Europa
Los libros son capaces de perdurar en el tiempo y de marcar nuestras vidas. Todos recordamos ese libro infantil que nos marcó cuando éramos jóvenes. Ese libro que nos regaló nuestra tía durante aquellas navidades y que nos mantuvo las noches en vela, o ese libro que tomamos en préstamo de la biblioteca pública en aquel verano y que todos los días nos acompañaba a la playa. Libros que son imborrables de nuestra memoria y de nuestro corazón, y que nos acompañan de manera permanente y perdurable durante el paso de los años.
Es verdad que cada persona tiene su libro infantil favorito según sus propias experiencias durante lo leía y vivencias tras leerlo. Es complicado llegar a un acuerdo colectivo sobre qué libro infantil es el que más ha marcado la vida de las personas, pero desde eTwinning TwinSpace se han animado a buscar cuál es el libro infantil más representativo de cada país europeo a través del proyecto READ AND SHARE eTwinning. Por cierto, si quieres saber cuáles son los libros de ficción más representativos de cada país del mundo no dejes de consultar este mapamundi literario.
En el mapa literario resultado del proyecto hay representados una totalidad de 31 libros infantiles de distintos países europeos. Algunos de ellos muy conocidos (seguro que te vienen a la memoria e incluso están entre tus favoritos), y otros muy interesantes y que no está de más conocerlos y leerlos.
¿Qué libros infantiles y qué escritores representan a cada país europeo?
En el siguiente listado nos podemos encontrar obrar y escritores como «Harry Potter y la piedra filosofal», de J. K. Rowling (Gran Bretaña), «Pippi Calzaslargas», de Astrid Lindgren (Suecia), «Las aventuras de Pinocho», de Carlo Collodi (Italia), «El Principito», de Antoine de Saint-Exupéry (Francia), «Heidi», de Hergé (Suiza), «Las aventuras de Tintín», de Hergé (Bélgica), o «Platero y yo», de Juan Ramón Jiménez (España).
- Bulgaria: Yan Bibiyan, de Elin Pelin
- Estonia: Kevade, de Oskar Luts
- Gran Bretaña: Harry Potter y la piedra filosofal, de J. K. Rowling
- Suecia: Pippi Calzaslargas, de Astrid Lindgren
- Italia: Las aventuras de Pinocho, de Carlo Collodi
- Francia: El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry
- Alemania: La historia interminable, de Michael Ende
- Suiza: Heidi, de Johanna Spyri
- Serbia: Orlovi Rano Lete (Las águilas vuelan temprano), de Branko Ćopić
- Ucrania: Toreadors from Vasyukivka, de Vsevolod Nestayko
- Bélgica: Las aventuras de Tintín, de Hergé
- Portugal: A Fada Oriana, de Sophia de Mello Breyner Andresen.
- España: Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez
- Grecia: Mangas, de Penélope Delta
- Lituania: Kakė Makė, de Lina Žutautė
- Rusia: El cuento del zar Saltán, de Aleksandr Pushkin
- Hungría: El castillo de púas, de István Fekete
- Rumania: Recuerdos de infancia, de Ion Creanga
- Albania: Çufoja dhe Bubi kaçurrel, de Gaqo Bushaka
- Islandia: Pabbi Professor, de Gunnar Helgason
- Países Bajos: Jip en Janneke, de Anna Maria Geertruida Schmidt
- Finlandia: Los Moomin, de Tove Jansson
- Polonia: Akademia Pana Kleksa, de Jan Brzechwa
- Eslovaquia: Slovenské Rozprávky, de Pavol Dobšinský
- Irlanda: Artemis Fowl and the Time Paradox, de Eoin Colfer
- Dinamarca: El patito feo, de Hans Christian Andersen
- Noruega: Mrs Pepperpot Stories, de Alf Proysen
- Croacia: Las valientes aventuras de Lapitch, de Ivana Brlić-Mažuranić
- Austria: Historias de Franz, de Christine Nöstlinger
- República Checa: All about doggie and pussycat, de Josef Capek
- Bielorrusia: Міхасёвы прыгоды, de Yakub Kolas
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No estic gens d’acord en considerar «Platero y yo» com a obra més representativa de la literatura infantil espanyola, és a dir, del conjunt d’Espanya. No crec que cap lector, de menys de 50 anys, se li acudeixi aquesta obra com a la que més empremta els ha deixat, sobre tot si ho comparem amb els títols triats per als altres països. ÉS evident que aquí hi ha la dificultat afegida de les 4 llengües i els diferents contes i personatges de cada tradició cultural, però crec que es podrien haver mullat una mica més!
Sí, Núria… totalmente de acuerdo. No obstante, ya sabes de la dificultad de encontrar una obra que englobe a la totalidad de la ciudadanía… 😉
Estoy de acuerdo. Que Juan Ramón Jiménez siga siendo considerado el autor de la obra cumbre de la Literatura Infantil y Juvenil en España no deja de ser abonarse a un cliché que en 2020 ya no tiene mucho sentido. Los/as jóvenes lectores/as de hoy no conocen a Platero. Ni a Marcelino(el de Pan y Vino). Seguir insistiendo en el tierno pollino como icono de las letras españolas en lo que se refiere a la infancia hace un flaco favor a las personas que en los últimos setenta años han escrito libros para niños y niñas.
Si se trata de personajes «añejos», si quieren un personaje vigente, más antiguo que Platero y de un autor español, ahí está el Ratón Pérez, al que a día de hoy se siguen dejando debajo de la almohada los dientes que se caen.
No cabe duda de que buenas historias hay en todas partes, hace años descubrí la serie de Artemis Fowl, a quien muchos se refieren como una especie de Harry Potter irlandés. Yo no lo pondría de esa forma porque cada uno tiene lo suyo, pero me encantó.
Otro escritor que me encanta es Afanasiev, un escritor ruso al estilo de Pushkin a quien le debemos muchos cuentos de hadas preciosos, desgraciadamente hoy en día no es tan conocido. Ojalá se pusieran de moda sus historias.
Muchísimas gracias por el comentario y por compartir nuevos escritores a descubrir… 🙂