Los principales sistemas de clasificación que han existido y existen en las bibliotecas
Clasificar, en el mundo de las bibliotecas, es colocar un documento dentro de un esquema, de lo cual se encargan los sistemas analíticos o enumerativos, que prevén todas las clases o subdivisiones en que pueden ser colocados los documentos dentro de un esquema; o también puede ser agrupar los documentos por características comunes por razón de su contenido, esto lo hacen los sistemas sintéticos, que componen a posteriori, en el momento de la clasificación, las notaciones.
Por tanto, clasificar es dotar de un contenido al documento averiguando su tema principal, su clase y sus aspectos secundarios y traduciendo estos a la notación adecuada según el sistema de clasificación elegido. Y la clasificación, como lenguaje documental, es un lenguaje precoordinado, controlado y de estructura jerárquica.
Los diferentes tipos de clasificaciones
Los siguientes tipos de clasificaciones no son excluyentes unos de otros en una misma clasificación.
1. Clasificaciones universales
Las clasificaciones universales son aquellas que abarcan todo el conocimiento o todas las materias. La ventaja principal que tienen es su amplitud, donde más abundan es en las bibliotecas públicas, que es donde hay más variedad de documentos. Aunque uno de sus inconvenientes es la dificultad de su manejo para el usuario y su difícil actualización.
2. Clasificaciones jerárquicas
Las clasificaciones jerárquicas tienen una construcción arborescente y decimal, pues cada clase puede dividirse en diez subclases y así infinitamente. Teóricamente son ilimitadas. Cada concepto puede estar unido al tema raíz por un camino (un tema no puede colgar de dos ramas distintas del árbol). Estas clasificaciones jerárquicas son fáciles para el usuario porque le producen la sensación de un control sobre todo el conocimiento, pero son poco flexibles y tienen algunas carencias de relaciones semánticas.
3. Clasificaciones facetadas
Llamamos faceta a un punto de vista desde el que se aborda una materia. En estas clasificaciones se eliminan las clases y las subclases y solo funcionan con puntos de vista. Ranganathan, el bibliotecario hindú creador de este tipo de clasificaciones, creó cinco facetas: personalidad, materia, energía, espacio y tiempo. Estas facetas tienen que aparecer en secuencia.
4. Clasificaciones híbridas
Las clasificaciones híbridas son clasificaciones jerárquicas a las que se le añaden facetas por medio de auxiliares. Hay dos maneras: facetas de atributos generales, a cualquier término de la jerarquía; y facetas de atributos especiales, aplicables solo a algunas partes de la jerarquía (por ejemplo los auxiliares especiales en la Clasificación Decimal Universal).
5. Clasificaciones especializadas
Las clasificaciones especializadas se limitan a un campo concreto del conocimiento y por lo tanto, necesitan un mayor control terminológico yuna mayor especialización y dedicación de los especialistas que la forman y trabajan en ella.
La Clasificación Decimal Universal y los 5 principales sistemas de clasificación que debes conocer
1. La Clasificación Decimal Universal (CDU)
Los orígenes de la Clasificación Decimal Universal (CDU) se remontan al proyecto que Paul Otlet y Henri La Fontaine comenzaron en el siglo XIX para crear un Repertorio Bibliográfico Universal y así poder tener una relación de todo lo escrito desde la invención de la imprenta. Los belgas buscaron una clasificación bibliográfica adecuada y se sintieron atraídos por la Clasificación Decimal de Dewey (CDD). Otlet y La Fontaine llegaron a un acuerdo con Dewey para utilizar su clasificación e introducir algunas modificaciones, ampliaciones y añadir tablas auxiliares. Con el paso del tiempo convirtieron la estructura de la clasificación decimal (enumerativa por aquel entonces) en la Clasificación Decimal Universal. La primera edición de esta nueva clasificación fue publicada entre 1905 y 1907 con el nombre de Manual de Repertorio Bibliográfico Universal y la segunda edición entre 1927 y 1933. Más tarde surgieron la tercera y la cuarta edición y otras ediciones en otros idiomas.
En la actualidad, en España, la CDU es el sistema de clasificación oficial para trabajar en bibliotecas públicas, se aprobó el sistema en 1939 y su uso se volvió a refrendar en la Constitución de 1978. En España se usa la CDU en la Biblioteca Nacional, en base a su Reglamento de 1957 y continúa siendo la base de la ordenación de la Bibliografía Nacional. A día de hoy, AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación) es la responsable de la dirección y el mantenimiento de la CDU en España y es miembro del Consorcio de la CDU.
Estructura de la CDU
La CDU es universal porque es un sistema de clasificación que abarca todo el conocimiento existente; además es decimal porque las cifras usadas se consideran decimales, no números enteros, y cada decimal, a su vez, puede subdividirse en un nuevo número decimal, sin que el orden de los números se altere. Se usan los números del 0 al 9, dejando la clase 4 vacía. Estas 10 clases son las siguientes: 0. Generalidades, 1. Filosofía y Psicología, 2. Religión y Teología, 3. Ciencias Sociales, 4. Vacante, 5. Ciencias Puras, 6. Ciencias aplicadas, 7. Arte. Deportes. Espectáculos, 8. Lingüística. Literatura y 9. Geografía. Biografías. Historia. Y, por último, la CDU también es jerárquica porque va de lo general a lo específico.
2. Clasificación Decimal de Dewey (DDC)
Creada por Melwin Dewey, bibliotecario norteamericano. Esta es el precedente y clasificación madre de la CDU (Clasificación Decimal Universal). Tiene una notación muy sencilla y extensible con un índice alfabético muy claro. Sus características básicas son una división jerárquica en números decimales en base 10 con dígitos de tres en tres. Es una clasificación enciclopédica y las materias se ordenan por disciplinas que también tienen jerarquía.
3. Clasificación de la Library of Congress (LC)
El esquema básico de las tablas fue tomado de la clasificación de Cutter y responde en líneas generales a la división académica del saber del siglo XIX. Cada tabla corresponde a una disciplina principal y dentro de ella hay unos puntos (cada tabla es independiente por sí misma). Tiene pocos niveles jerárquicos, pero muchos niveles en cada enumeración. Su estructura es monojerárquica y enumerativa y la notación es alfanumérica.
4. Clasificación de Bliss (BC)
Tiene una notación alfabética con mayúsculas y numérica para las notaciones de forma y auxiliares. Es bastante abreviada con alternativa a disciplinas que pueden estar en más de un lugar. Tiende a sintetizar y tiene tres tipos de tablas auxiliares: tablas que pueden usarse con todas las entradas, tablas de carácter histórico y filosófico y otras tablas especiales.
5. Clasificación para bibliotecas públicas (BBC)
Esta clasificación es el resultado de la ideología marxista-leninista en la URSS. Tiene una estructura arborescente con facetas y por lo tanto es un sistema híbrido. La notación utiliza: alfabeto cirílico para clases especiales; cifras árabes para especificaciones ulteriores; signos de conexión, duplicación y relación; letras minúsculas para los auxiliares comunes; y cifras árabes para los auxiliares especiales.
6. Clasificación de Ranganathan o colonada
Rompe con todos los moldes anteriores, lo que se empezó como un sistema fácil se convirtió en un sistema complejo, tendente a la facetación. En su clasificación no hay estructura básica, sino que lo importante es conocer qué elementos se deben combinar y determinar la interrelación entre ellos. Los elementos que forman el sistema son: tablas de materias básicas; materias compuestas; facetas y subfacetas; características que pueden aplicarse a una materia principal, en bibliotecas estas se reducen a cinco categorías principales: personalidad, materia, energía, espacio y tiempo; recursos o subdivisiones comunes que a veces sustituyen a las facetas; y notación mixta a base de mayúsculas, cifras árabes y otros signos.
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Muy importante para conocer los alcances,
clasificación de los materiales bibliográficos escolares.
Así es. La clasificación en las bibliotecas es esencial para la ordenación y recuperación de los materiales.