Manifiesto de Internet de la IFLA (2024): Mejorando el acceso digital a través de las bibliotecas
Las bibliotecas juegan un papel importante en la creación de una Internet libre y centrada en las personas. Para que esto sea posible, los gobiernos deben reconocer su valor como espacios inclusivos que fomentan la equidad digital. Durante décadas, las bibliotecas han proporcionado acceso gratuito a Internet, herramientas tecnológicas y programas de alfabetización digital, contribuyendo a reducir la brecha digital y a fortalecer a las comunidades. Al participar en las políticas de acceso y gobernanza digital, las bibliotecas podrán seguir construyendo un entorno en línea más inclusivo y accesible para todas las personas.
La actualización 2024 del Manifiesto de Internet de la IFLA presenta principios clave para guiar la gestión de Internet, resaltando el papel central de las bibliotecas. Este documento reconoce a las bibliotecas como actores fundamentales para garantizar un acceso digital equitativo y seguro, y subraya su importancia en la creación de políticas que impulsen una Internet inclusiva. En esta tercera edición, se promueve una Internet centrada en las personas, garantizando el acceso a la información para el desarrollo. Las bibliotecas, como espacios democráticos, son vitales para reducir la brecha digital, especialmente para los más desfavorecidos, y deben participar activamente en la gobernanza de Internet para proteger los derechos y fomentar sociedades más sostenibles y conectadas.
Entonces, ¿cuáles son los puntos clave del Manifiesto de Internet de la IFLA? Como se mencionó anteriormente, el principio fundamental es que Internet debe estar centrado en las personas como máxima prioridad. Además, el apoyo de los gobiernos, tanto en regulación como en inversión, resulta necesario para construir un Internet inclusivo. Las bibliotecas, por su parte, desempeñan un rol vital al promover una sociedad de la información equitativa e inclusiva. A continuación, se detallan estos principios para comprender su relevancia en la transformación digital.
¿Cuáles son los principales puntos del Manifiesto de Internet de la IFLA (2024)?
1. Internet debe centrarse en las personas como prioridad absoluta
Para lograr una Internet verdaderamente centrada en las personas, es imprescindible que el acceso sea fluido y sin barreras, asegurando que todas puedan utilizar la red de manera inclusiva, con una conexión adecuada en términos de velocidad, dispositivos, asequibilidad y fiabilidad. El uso eficaz de la red exige que las personas adquieran habilidades digitales a lo largo de todas las etapas de su vida, y que tengan acceso a contenido relevante, además de contar con mecanismos de seguridad que protejan sus datos personales y su privacidad.
Es esencial garantizar la inclusión, permitiendo que todas las personas participen sin importar su ubicación o condición, con especial atención a los grupos vulnerables. Además, es importante respetar los sistemas de conocimiento indígena y asegurar la participación activa de la sociedad en la gobernanza de Internet para construir una red más equitativa y participativa.
Como bien señala el Manifiesto de Internet la IFLA, el potencial de Internet se ve limitado cuando está fragmentado, lo que obstaculiza el acceso global a la información y al conocimiento. Las políticas contradictorias entre países pueden fomentar esta división, dificultando la innovación y el entendimiento. Una Internet que beneficia solo a algunos aumenta las desigualdades, y cuando socava derechos como la privacidad o la libertad intelectual, debe ser regulada para garantizar la equidad.
La comercialización excesiva es otra amenaza, ya que prioriza el lucro sobre el bienestar general. Esto fomenta la desinformación y limita alternativas valiosas para el desarrollo de una internet inclusiva.
Otro desafío clave es la comercialización excesiva, que prioriza el lucro por encima del bienestar social. Esto fomenta la desinformación y restringe alternativas esenciales para el desarrollo de una Internet más inclusiva y accesible para todas las personas.
2. El apoyo gubernamental en regulación e inversión es clave para un Internet inclusivo
Los gobiernos pueden hacer realidad una Internet centrada en las personas mediante una regulación coordinada que enfrente el poder de las grandes plataformas y evite la fragmentación. Esta regulación debe ser integral, enfocada en los resultados y en los derechos de las personas, garantizando la neutralidad de la red y modernizando las leyes de derechos de autor para la era digital.
Es fundamental que la regulación sea democrática y participativa, involucrando a las bibliotecas en los procesos de decisión. También deben apoyarse iniciativas comunitarias y bienes públicos digitales para asegurar un acceso equitativo y sostenible.
Además, los gobiernos deben realizar inversiones equitativas que superen barreras en infraestructura y habilidades, sobre todo en áreas desatendidas por el sector privado. Estas inversiones deben centrarse en cerrar brechas de acceso y habilidades a nivel local. La inversión debe ser integral, apoyando la conectividad junto con el desarrollo de contenidos y personal. Las bibliotecas, como puntos clave de acceso digital, deben ser incluidas en las evaluaciones de impacto para garantizar un uso eficiente de los fondos públicos.
3. Las bibliotecas deben impulsar la creación de una sociedad de la información inclusiva
Una sociedad de la información inclusiva, fundamentada en derechos y respaldada por bibliotecas, se distingue por estrategias de cooperación digital adaptadas a las realidades locales. Los gobiernos deben colaborar estrechamente con las bibliotecas para que las políticas reflejen las necesidades de las comunidades, promoviendo el acceso a la información y fomentando la participación cívica.
Las bibliotecas desempeñan un rol esencial al conectar a quienes no tienen acceso a Internet, proporcionando conexión gratuita y dispositivos, además de impulsar la alfabetización digital, clave para reducir la brecha digital y cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible.
Con el surgimiento de tecnologías como la inteligencia artificial, las bibliotecas deben trabajar junto a los gobiernos para educar a la ciudadanía sobre sus ventajas y riesgos. También promueven el acceso a servicios de gobierno electrónico e inclusión digital económica, asegurando que las poblaciones vulnerables, especialmente en economías de bajos ingresos, participen plenamente en el entorno digital.