La biblioteca pública es esencial para la cultura, la educación, la información y la alfabetización
El Manifiesto de la UNESCO a favor de las bibliotecas públicas es uno de esos textos a guardar a buen recaudo e ir dándole difusión de vez en cuando para que no se olvide lo importantes que son las bibliotecas públicas para la sociedad. Dicho manifiesto hace hincapié en la necesidad de la información para que las personas puedan alcanzar la libertar, prosperidad y desarrollo, además de para ejercer sus derechos democráticos y desempeñar un papel activo dentro de la sociedad.
La biblioteca pública, paso obligado del conocimiento, constituye un requisito básico de la educación permanente, las decisiones autónomas y el progreso cultural de la persona y los grupos sociales.
Las bibliotecas públicas deben basar sus servicios en la igualdad de acceso para todas las personas, y en la calidad y adecuación a las necesidades y condiciones locales. Bibliotecas públicas que deben disponer de fondos (sin cesura ni presiones comerciales), medios y tecnologías para dar acceso a la información, tanto actual como la que es fruto de los esfuerzos del pasado.
Las autoridades locales y nacionales tienen la responsabilidad de su mantenimiento financiero, además de la responsabilidad de construir una legislación que las proteja y unos planes estratégicos que definan y promuevan la red nacional de bibliotecas. Destacable, y asombroso, que en el propio manifiesto se diga que “la biblioteca pública será en principio gratuita”. Sin lugar a dudas que debe ser gratuita para la igualdad de acceso y la no discriminación.
La biblioteca pública deberá ser componente esencial de toda estrategia a largo plazo de cultura, información, alfabetización y educación.
Las bibliotecas públicas no deben dar la espalda a las necesidades de su comunidad local. Deben ser accesibles a todos sus miembros (edificios bien situados, buenas instalaciones, tecnología, horarios, servicios de extensión bibliotecaria…).