Los 12 principios clave de la inteligencia artificial en las bibliotecas según la IFLA
La gran irrupción de la inteligencia artificial en la vida de las personas puede estar tan cerca como lejos. La verdad es que es difícil predecir cuándo llegará por completo a la sociedad, pero bien es cierto que cada vez está más presente a través de asistentes de voz, chatbots, internet de las cosas, recomendaciones según gustos… Las bibliotecas llevan un tiempo estudiando y analizando cuáles podrían ser los usos de esta tecnología que hace que las máquinas piensen y razonen por su cuenta.
La inteligencia artificial (IA) es la inteligencia llevada a cabo por máquinas. En ciencias de la computación, una máquina «inteligente» ideal es un agente flexible que percibe su entorno y lleva a cabo acciones que maximicen sus posibilidades de éxito en algún objetivo o tarea. Coloquialmente, el término inteligencia artificial se aplica cuando una máquina imita las funciones «cognitivas» que los humanos asocian con otras mentes humanas, como por ejemplo: «percibir», «razonar», «aprender» y «resolver problemas». Andreas Kaplan y Michael Haenlein definen la inteligencia artificial como «la capacidad de un sistema para interpretar correctamente datos externos, para aprender de dichos datos y emplear esos conocimientos para lograr tareas y metas concretas a través de la adaptación flexible». [Wikipedia: Inteligencia artificial]